19. dic., 2021

¿Porqué Pasión por las rosas?

Los niños rara vez se enamoran de una flor.

Somos cinco hermanos, todos varones y crecimos en un hogar normal, con unos padres normales y unas costumbres también de lo más normal. Cada tarde al legar del colegio, llegábamos a casa a todo correr, como una bandada de pajarillos hambrientos y recogíamos una merienda suculenta que básicamente era pan y chocolate. Un beso tierno de madre era el salvoconducto necesario para poder salir a una calle atestada de niños, con sus respectivos salvoconductos y el pan con chocolate.

Recuerdo una de tantas tardes, el sol se dejaba caer por detrás de las montañas para ir a dormir cuando divisé a mi madre entre unos árboles, corrí hacia ella. Siempre he sabido que el lugar más seguro del mundo es junto a tu madre y allí me dirigía, junto a su manto protector. En la mano portaba una rosa blanca, grande, hermosa, tanto como ella y al llegar a su lado, me miró con la ternura que solo son capaces las madres de mirar y me dijo que esa rosa guardaba todo el amor de su padre, mi querido y añorado abuelo. Desde entonces siento una pasión infinita por las rosas.

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